En las afueras de Yaundé, en el barrio de Mvan, se concentran familias procedentes de los alrededores de la gran ciudad: pequeños pueblos muy pobres y sin servicios, ni siquiera escuelas. Muchas de estas familias no tienen casa y viven "acampadas" como pueden, en la calle. Para sus hijos, el acceso a la escuela es un derecho que no es fácil de ejercer, precisamente por la extrema pobreza, las condiciones económicas y de habitaje. Por tanto, el riesgo de abandono escolar es muy alto.
La Escuela de la Paz es un apoyo educativo de gran importancia en esta situación: ofrece un lugar de estudio y socialización pero también intenta prevenir el abandono escolar con intervenciones sencillas pero necesarias. Para quienes llegan a la ciudad desde los pueblos, es una puerta a la que llamar para pedir ayuda con la educación de sus hijos.
Al comienzo del nuevo año escolar, la comunidad de Yaundé organizó, para todos los niños de la Escuela de la Paz, una distribución de kits escolares completos (desde mochilas hasta material de oficina, uniformes, libros de texto) sin los cuales los niños no pueden asistir a clases. Un signo de solidaridad con las familias en condiciones de extrema pobreza y un estímulo para apoyar la asistencia escolar de sus hijos, primer paso para permitirles salir de la marginalidad y la exclusión.