PAPA

Los niños de las Escuelas de la Paz rezan por el papa Francisco. El domingo 16 de marzo una delegación fue al hospital Gemelli

“Sé que rezan por mí muchos niños; algunos han venido aquí al Gemelli como signo de afecto. ¡Gracias, queridísimos niños! El Papa os quiere y espera poder estar siempre con vosotros”. Con este cariñoso mensaje, transmitido en el texto escrito del ángelus, el papa Francisco quiso saludar y casi acariciar a distancia a muchos niños que ayer se congregaron en la plaza de entrada del hospital Gemelli para expresarle su ternura. Entre ellos, había niños de las Escuelas de la Paz de la Comunidad de Sant’Egidio de varios barrios periféricos de Roma, que llevaron oraciones, dibujos, cartas y carteles dedicados al Papa y a su salud, y también un gran ramo de rosas blancas con una tarjeta en la que se podía leer: “Virgencita, haz que el papa Francisco se ponga bien”.

“Los niños piden paz, sobre todo los de las Escuelas de la Paz de Sant’Egidio, que cada día trabajan para lograrla y hoy han venido a rezar por el Papa, para que se recupere pronto y para que vuelva a hablar con fuerza de paz en Ucrania, en Gaza, en África, en muchas situaciones de guerra”, comentó el presidente de la Comunidad Marco Impagliazzo, que también estaba en el Gemelli junto a algunos jóvenes voluntarios.

“Estos niños, con su presencia, envían un potente mensaje de curación del papa Francisco –continuó Impagliazzo–, pero sobre todo recuerdan a los adultos que hay que actuar a favor de la paz, que es algo urgente, del día a día, un gesto universal. Los adultos tienen el deber de escuchar este llamamiento y de implicarse concretamente para llegar a un futuro pacífico”.