En el barrio gótico de Barcelona, cerca de la sede de la Comunidad de Sant'Egidio, abrió con gran alegría la "Casa Familia Simeón y Ana". Ancianos, jóvenes y muchos amigos se reunieron para inaugurar con Andrea Riccardi esta hermosa casa amplia y luminosa, que está sobre las antiguas murallas romanas de la ciudad, como si quisiera recordar "los cimientos romanos de la Comunidad de Sant’Egidio", pero decorada con gusto moderno y funcional.
"Esta casa es para todo el barrio, no solo para los ocho ancianos que vivirán en ella, y tiene las puertas abiertas a todos los demás ancianos del barrio y de la ciudad", destacó Andrea Riccardi, recordando que "la enfermedad de hoy en nuestra sociedad es la soledad".
En nombre de los ancianos habló Carme, que dio las gracias a Sant'Egidio por esta nueva casa y por la posibilidad de vivir "la alegría de la amistad y de la visita", y por haber comprendido nuevamente la belleza de una vida larga, y el valor –muchas veces negado– de ser anciano.
La "Casa familia" representa, entre las casas del barrio, la esperanza de no quedarse solo en los momentos en los que llegan los problemas en la vida. Es una respuesta a la "cultura del descarte" que deja a los ancianos lejos de la vida social y familiar. Un lugar de gratuidad y de encuentros entre generaciones.
Acogerá a 8 ancianos