Se ha llevado a cabo en Roma el cuarto encuentro internacional impulsado por la Comunidad de Sant’Egidio y el Instituto Al-Khoei de Nayaf, un eco de la histórica visita del papa Francisco a Irak
Los últimos días se ha celebrado en Roma el IV Encuentro Internacional Católicos y Chiíes - Frente a los Desafíos del Mundo Contemporáneo, para hacer un balance de diez años de diálogo, impulsados por la Comunidad de Sant’Egidio y por el Instituto Al-Khoei. Han pasado cuatro años desde la visita del papa Francisco a Irak, y del histórico encuentro con el ayatolá Al Sistani en la ciudad santa de Nayaf, como recordó el secretario general del Instituto Imán Al-Khoei, Jawad Al-Khoei, que dijo: “Hace diez años nos preguntamos ambiciosamente: ¿la semilla del diálogo dará fruto? Repasando el camino de estos años vemos el éxito de esta colaboración para la paz en varios ámbitos”.
El congreso, que empezó con un momento de recuerdo del cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, que fue Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y que falleció hace poco, contó con la participación de estudiosos de Italia y de Irak, Kuwait, el Líbano y Pakistán. En la sesión inaugural, el cardenal George Jacob Koovakad, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, invitó a todos a “caminar juntos construyendo una alianza entre jóvenes y ancianos”, consciente de que “los valores de todas las religiones se basan en la paz”. El fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, recordó que la paz es el centro del mensaje religioso: “Para el universo de las mujeres y de los hombres, los mundos religosos son verdaderas reservas de humanidad. En las arcas de su fe y de su sabiduría se conservan las razones morales que encienden la imaginación de la paz y que sostienen los esfuerzos para difundir la cultura de la convivencia”.
Las cuatro sesiones del congreso han abordado varios temas: la fe y la construcción de la paz, los textos sagrados y la construcción de un nuevo humanismo, las religiones y las culturas frente a la globalización. Entre otros, Abu Al-Qasim Dibaji, secretario general de la Jurisprudencia Mundial Panislámica, expresó la necesidad de que las religiones hablen “una lengua inclusiva, que refleje nuestra búsqueda de justicia y tolerancia”. El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, recordó que “ninguna guerra es santa, solo la paz es santa”, y destacó la importancia del espíritu de Asís y del encuentro del papa Francisco en Nayaf con el ayatolá Al Sistani, que fue posible precisamente gracias al diálogo entre chiíes y católicos.
Durante el congreso hubo un momento de especial recuerdo por el papa Francisco, por quien el jueves 27 de febrero se organizó una oración en la basílica de Santa María de Trastevere. Los representantes religiosos chiíes también asistieron a la oración en un clima de gran respeto.