Casi dos años de guerra, una pesadilla que no parece disminuir. Leópolis, que ha sufrido enormemente durante el conflicto, fue atacada nuevamente con misiles el 15 de febrero, con incendios y devastaciones en toda la ciudad.
La situación en Ucrania sigue siendo dramática: ciudades martirizadas, infraestructuras destruidas, una economía de rodillas y una población exhausta por un dolor que parece no tener fin.
Pero la esperanza resiste con la solidaridad. Las personas de la Comunidad de Sant’Egidio siguen llevando ayuda concreta a las personas afectadas por la guerra. Inmediatamente después de los ataques a Leópolis, los voluntarios fueron al lugar del desastre para repartir alimentos, agua, bienes de primera necesidad y medicamentos y para ofrecer ayuda psicológica y consuelo a quien lo perdió todo.