El martes 20 de diciembre de 2023 se firmó un nuevo protocolo de acuerdo entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia, la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), ARCI, la Comunidad de Sant’Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia e INMP, que permitirá que 1500 refugiados y otras personas que necesitan protección internacional sean evacuadas de Libia y lleguen a Italia en un periodo de tres años.
El nuevo protocolo es una continuación del primero, de 2021, y renueva el compromiso que Italia adquirió en 2017 para permitir que llegaran 1400 personas a Italia, gracias a mecanismos de evacuación o a través de los corredores humanitarios.
El proyecto beneficiará a personas que se han visto obligadas a huir de sus países a causa de guerras y violencias, y que se encuentran temporalmente en Libia. Entre ellos hay niños, mujeres víctimas de la trata, personas que han sobrevivido a la violencia y a la tortura y personas con graves problemas de salud, que seleccionará la ACNUR, en colaboración con la Comunidad de Sant’Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia (FCEI) y ARCI.
De las 1500 personas que llegarán a Italia, 600 serán trasladadas a centros del sistema de acogida e integración (SAI), a cargo del Ministerio del Interior, mientras que 900 serán acogidas por las asociaciones según el modelo de los corredores humanitarios y serán repartidas por el territorio nacional: 400 con la Comunidad de Sant’Egidio, 300 con ARCI y 200 con la Federación de Iglesias Evangélicas.
“Con la firma de este segundo protocolo se abre una vía de salvación para todos los que viven la pesadilla de abusos y de violencia en Libia, en la otra orilla del Mediterráneo”, ha declarado Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio. “Pondremos en marcha el mismo operativo de los corredores humanitarios que ha salvado de los graves peligros del mar a más de 6500 personas en Europa, con un modelo capaz de combinar acogida e integración. Aquí se ve claramente que nuestro país y nuestro continente pueden hacer frente y gestionar un fenómeno –la inmigración– de manera eficaz y al mismo tiempo con la humanidad que es debida”.