Evitar las muertes en las aguas del Mediterráneo y también los peligros y el largo calvario de la ruta balcánica: los corredores humanitarios son actualmente la única alternativa para salir de su país de forma segura que tienen quienes huyen de la guerra, la violencia o la carestía.
Maria Quinto, coordinadora de Sant'Egidio de los corredores humanitarios en el Líbano, nos explica las difíciles condiciones en las que viven millones de personas en los campos de refugiados del Estado, un país devastado por años de crisis económica y social. Allí, en uno de los campamentos de la periferia sur de Beirut, vive desde hace 11 años en condiciones de absoluta pobreza Hassan y su familia.
Su historia empieza en Italia: hace unos meses su hermana se puso en contacto con la Comunidad de Sant’Egidio para comunicar las condiciones de extrema privación económica y social en las que vivían sus parientes en uno de los campos de la capital libanesa. Tras los oportunos controles, finalmente se aprobó la solicitud de la señora de poder acoger a su hermano, a la esposa de este y a los hijos, cerca de donde vive, en la provincia italiana de Varese.
Deberían haberse encontrado en Italia en marzo, pero murió en el reciente terremoto de Turquía, donde estaba de visita a su hija.
Por desgracia, no pudieron encontrarse, pero Hassan y su familia ahora están en Italia con total seguridad, acogidos por el cuñado y por dos sobrinos: es la herencia de una mujer que quiso salvar a su hermano.
Desde 2016 han llegado a Italia unas 6100 personas con los corredores humanitarios, y otras más han llegado a Francia, Bélgica, Andorra y San Marino. Es un modelo por el que debería apostar la Unión Europea, porque es una vía que permite que las personas salgan del lugar en el que están de manera segura y se integren en los países de destino. Habría que aumentar las cuotas y favorecer la regularidad de la entrada, promoviendo también el patrocinio, es decir, que parientes, asociaciones o personas de buena voluntad puedan patrocinar la entrada regular de los solicitantes de asilo o de los refugiados.