Tras 11 años de una guerra de la que hoy se habla menos, pero que no ha terminado, hay al menos 14,6 millones de personas en Siria que necesitan ayuda. Se prevé que, en 2022, casi dos tercios de la población se enfrentará a una grave escasez de alimentos, en un país que ya atraviesa una profunda crisis económica, con más del 90% de la población por debajo del umbral de pobreza.
En los últimos días, se ha distribuido ayuda alimentaria, medicamentos y artículos de primera necesidad a unas 400 familias de Alepo.
La distribución se ha llevado a cabo gracias a la colaboración entre la Comunidad de Sant'Egidio, la Misión Franciscana y la Organización Juvenil Ortodoxa de Alepo, y representa una ayuda importante para la población, porque la destrucción de la guerra y las sanciones hacen que la vida de cada día sea muy difícil, casi imposible.
Desde el inicio de la guerra, la Comunidad de Sant'Egidio ha estado junto a la población siria a través de una serie de iniciativas, como la campaña Save Alepo, el envío de ayuda humanitaria en colaboración con las iglesias locales y los corredores humanitarios.