La emergencia invernal en Ucrania, a causa de la crisis energética por los intensos y continuos bombardeos de centros de producción y distribución de energía eléctrica, constituye una de las principales urgencias humanitarias cuando hace ya casi tres años de la invasión rusa. Los frecuentes cortes de electricidad provocan la parálisis de los sistemas de calefacción, en un invierno que ya ha traído temperaturas muy bajas. Los problemas se agravan aún más en las regiones del este y el sur del país próximas a la línea de frente.
Una de estas es el distrito de Nikopol, una ciudad de la región de Dnipropetrovsk. La ciudad se encuentra en la orilla derecha del río Dniéper; las fuerzas armadas de la Federación Rusa están en la orilla opuesta. Desde el 1 de julio de 2022 el distrito de Nikopol está sometido a un constante bombardeo, casi diario, de artillería y de drones.
Puesto que la ciudad está cerca de la presa de Kajovka (la principal fuente de agua potable para 700.000 personas en Ucrania), en junio de 2023 fue atacada y unas 100.000 personas del distrito de Nikopol se quedaron sin suministro de agua centralizado.
Nikopol es uno de los distritos próximos a la línea de frente al que Sant’Egidio lleva ayuda humanitaria constantemente.
Los días inmediatamente posteriores a la destrucción de la presa de Kajovka Sant’Egidio ya envió toneladas de agua potable. Desde entonces la colaboración con la administración, el contacto telefónico con familias vulnerables y el envío mensual de bienes de primera necesidad han permitido ayudar a unas 1000 familias, con un total de más de 3500 personas. Entre ellas hay casas de acogida para menores que han sido bombardeadas.
Con la llegada del frío ucraniano, la Comunidad ha intensificado su actuación, dirigida, sobre todo, a los más vulnerables: ancianos, familias numerosas, familias con personas con discapacidad, y mucha más gente que, con los hombres en el frente, han perdido su fuente de sustento.
El constante seguimiento telefónico desde los centros de Leópolis y Kiev permiten enviar ayuda personalizada, incluidos medicamentos y ropa. Pero en esta época, en particular, las ayudas para Nikopol se han pensado para prevenir el frío, en ausencia de instalaciones de calefacción y de protecciones adecuadas: más de 1000 paquetes de ropa térmica, leña para quemar y grupos electrógenos han llegado a su destino los últimos días.
Las fotos que publicamos, enviadas por quienes han recibido la ayuda, en señal de agradecimiento, nos permiten “entrar” en las casas de aquellas personas que, desde hace tres inviernos, sufren por la guerra y refuerzan nuestra oración para que se encuentre pronto la vía de la paz.
Para contribuir a la ayuda humanitaria de Sant’Egidio a la población ucraniana, HAZ UN DONATIVO
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