Una nueva casa espera a Razieh y a su familia, que llegaron a Roma el 16 de julio con el primer corredor humanitario tras el confinamiento junto a otras 6 personas. Finalmente una casa donde podrá tener serenidad, lejos del terrible campo de Moria, en la isla de Lesbos, donde se amontonan miles y miles de refugiados.
Al llegar a Italia, algunos de la Comunidad de Sant’Egidio de Nápoles fueron a buscarlos al aeropuerto, como se hace con los parientes y los amigos cercanos. Los acompañaron a su nueva casa, en el barrio de Ponticelli, a 10 minutos de la estación central. Está en un edificio de 3 plantas, es un bonito piso donde toda la familia podrá vivir cómodamente.
Razieh trajo de Lesbos para regalar un cuadro en el que había pintado a "ángeles" que, como palomas, salvaban a los refugiados del "infierno de Europa" y los llevaban a la tierra de la esperanza, que representa como una casa coronada por un arco iris.
Hoy aquella casa no es solo un dibujo, y Razieh y su familia, emocionados y felices, empiezan su nueva vida.
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