El Día mundial contra el maltrato a los ancianos, también el papa Francisco une su voz a la de muchos otros que piden: #salvemosanuestrosancianos. En un tweet, el Papa ha dicho: "La pandemia de #COVID19 ha puesto de manifiesto que nuestras sociedades no se han organizado lo suficiente para hacer espacio a los ancianos, con justo respeto a su dignidad y fragilidad. Donde no se cuida a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes".
Sant’Egidio celebra este Día Mundial en todos los países en los que está presente, y relanza la recogida de firmas del llamamiento internacional "Sin ancianos no hay futuro – Para "rehumanizar nuestras sociedades" – Contra una "sanidad selectiva". El manifiesto, cuyos primeros firmantes son Riccardi, Prodi, Habermas, Sachs, González, Pöttering, Zuppi, Bokova, De Rita y otros destacados nombres europeos y del resto del mundo, en los últimos días ha tenido la adhesión de decenas de miles de ciudadanos junto a nuevas personalidades pertenecientes a varios sectores, entre los que están el arquitecto Renzo Piano y los escritores Ildefonso Falcones y Susanna Tamaro, entre otros.
El llamamiento nace de la amarga constatación del número altísimo de víctimas del covid-19 entre la población anciana, especialmente entre las personas que vivían en residencias, y propone un cambio radical de mentalidad que lleve a nuevas iniciativas sociales y sanitarias.
Un informe de la OMS revelaba ya en 2018, que precisamente "en las instituciones los índices de maltratos son mucho más altos respecto de los ambientes comunitarios" e incluyen maltratos de varios tipos, entre ellos, "restricciones físicas, privaciones de la dignidad, imposición de ejecución de tareas cotidianas, prestación insuficiente intencionada de asistencia, abandono y maltrato emocional". La situación se ha agravado durante la pandemia de covid-19, ya que, como es sabido, se ha producido un altísimo índice de mortalidad en residencias: casi el doble respecto de los ancianos que viven en su domicilio, según datos del Instituto superior de sanidad.
Por eso, el Día mundial que se celebra hoy, Sant'Egidio, junto al llamamiento internacional, presenta nuevamente a las administraciones estatales y locales la necesidad de impulsar cuanto antes un sistema que favorezca la domiciliaridad de los tratamientos y de la asistencia para la población anciana.