Después del incendio, iniciado ayer probablemente a causa de un corto circuito en un campamento de Lesbos, y que provocó la muerte de una mujer y un niño y varios heridos, la Comunidad de Sant’Egidio expresa su dolor y lanza un llamamiento a Europa para que afronte con urgencia la situación de los refugiados en Lesbos, Samos y otras islas griegas.
En Lesbos, donde se preveía que en el campo oficial de Moria hubiesen poco más de 3000 refugiados, se ha llegado ya a las 12.000 personas, ubicadas en condiciones precarias (a lo máximo en tiendas o dentro de containers).
La Comunidad, que este verano ha estado presente en la isla desempeñando varias actividades para sostenerlos (con cursos de idiomas, comedores y otras varias actividades para los jóvenes), nos pide a todos no olvidar este pueblo de prófugos, compuesto sobretodo de niños y jóvenes que huyeron con sus familias de la guerra o de situaciones insostenibles. Muchos de ellos son sirios y afganos. La Unión Europea debe hacerse cargo de esta situación inaceptable y ha de proceder a la reubicación rápida de las personas, hasta ahora obligadas a esperar durante demasiado tiempo para obtener el status de refugiado.
Las fotos aquí publicadas fueron enviadas a nuestra redacción por parte de los refugiados de Lesbos que conocimos este pasado verano.