Los dos días de "Europeans for Peace" han reunido en Roma a jóvenes de 14 países que con la Comunidad de Sant’Egidio intentan hacer realidad una alternativa a una Europa que excluye. Existe el riesgo de que la vida solo tenga como ideales el aislamiento y la soledad. La alternativa –también en la edad adulta– es ir al encuentro de los pobres, es decir, una solidaridad vivida en primera persona.
Son la generación Y, personas nacidas entre los años 80 y los 90 que han vivido un sueño europeo en expansión y la llegada de la web y que ahora se encuentran ante un mundo dividido. La pregunta es cómo ofrecer una alternativa a la globalización de la indiferencia, en un mundo competitivo donde parece que se haya agotado el espacio para la solidaridad.
Un gran momento de construcción concreta de la paz, como se ha visto en muchos testimonios de amistad personal con los pobres y en las historias de la guerra que han explicado los amigos ucranianos y rusos, que en la oración y en el encuentro superan las hostilidades; también se ha visto en las palabras de los sirios o los africanos que se están integrando en nuestro continente, ansioso por compartir el nuevo sueño de una Europa sin muros, y que expresan bien los corredores humanitarios.
Han participado en el encuentro 250 jóvenes de 14 países europeos