El presidente federal austríaco, Alexander Van der Bellen, acompañado por una delegación, visitó la Comunidad de Sant’Egidio.
En su coloquio con el fundador de Sant'Egidio, Andrea Riccardi, y con su presidente, Marco Impagliazzo, Van der Bellen quiso dar las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio por su trabajo en favor de la paz, el diálogo interreligioso y por la iniciativa de los corredores humanitarios que ha permitido salvar muchas vidas humanas abriendo una vía legal y segura para quien huye de guerras y de violencia. Una respuesta concreta a los populismos que combina solidaridad y seguridad. Durante el encuentro se habló también de la lucha contra la pena de muerte y de las pobrezas en Europa y en África.
En la sala de la paz, donde hace 25 años se construyó la paz de Mozambique, el presidente austríaco se reunió luego con una delegación del movimiento Gente de Paz, un movimiento internacional impulsado por la Comunidad de Sant’Egidio que agrupa a miles de nuevos y antiguos europeos y que fomenta la integración y la solidaridad al mismo tiempo que respeta las diferentes tradiciones culturales y religiosas. También se reunió con algunos refugiados que están en Italia gracias a los corridores humanitarios.
«Ustedes son la demostración de que hoy se puede convivir en nuestras sociedades plurales», dijo Van der Bellen para terminar.