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Sant’Egidio, miles de personas en San Pablo Extramuros celebran los 57 años de la Comunidad

El “pueblo” de Sant’Egidio llenó la basílica para la celebración y la fiesta: gente de todas las edades junto a ancianos con problemas, personas sin hogar, personas con discapacidad, refugiados que han llegado con los corredores humanitarios y representantes de las instituciones, como Laura Mattarella, el ministro Piantendosi y el alcalde Gualtieri. El Cardenal Reina afirmó: “La profecía de Sant’Egidio está en la fuerza de ser familia y crear relaciones”. Impagliazzo: “En una audiencia, esta mañana el papa Francisco ha dicho: Seguid construyendo la paz en Roma y en el mundo”.

 

Una misa solemne y una fiesta de pueblo en San Pablo Extramuros han servido para celebrar el 57 aniversario de Sant’Egidio. En su homilía el cardenal Baldassare Reina, comentando las lecturas de la liturgia, dijo: “En un tiempo en el que experimentamos una soledad que es fuente de angustia y de sufrimiento para muchos, es importante repetir que no es bueno que el hombre esté solo, no es bueno dejar a nadie atrás. No podemos acetar que nadie sea aplastado por la pobreza, el sufrimiento, la enfermedad o cualquier forma de problema”. “La fuerza de ser familia y de crear relaciones –continuó el cardenal vicario– es la profecía de la Comunidad de Sant’Egidio, en su trabajo por la paz y de diálogo entre distintas religiones”. Agradeciendo a la Comunidad “por el bien que ha hecho, por los puentes que ha construido y por las semillas de esperanza que ha lanzado”, invitó a “mirar al futuro con esperanza”, sabiendo que el Señor seguirá “bendiciendo y acompañando los pasos de la Comunidad de Sant’Egidio”.

El presidente de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, en su saludo al finalizar la liturgia, quiso recordar que Sant’Egidio “se siente romana también con el sentimiento de aquella apertura universal que caracteriza a esta ciudad y sobre todo a su Iglesia”. “Esta mañana –ha añadido Impagliazzo– he tenido la alegría de ser recibido por el papa Francisco, que me ha rogado que transmita su bendición a la Comunidad, su apoyo y su agradecimiento por estar siempre de parte de los pobres y, en este tiempo, especialmente de los migrantes con los corredores humanitarios. Y nos invita a seguir avanzando por el camino de construir la paz en esta ciudad y en todos los lugares difíciles donde vive la Comunidad”.

La basílica se llenó de una muchedumbre desde primera hora de la tarde con el “pueblo de Sant’Egidio”, gente de todas las edades, provenientes de todos los barrios de la capital, junto a los pobres que la forman, muchos amigos que acompañan su camino, representantes de las instituciones (entre otras, Laura Mattarella, el ministro Matteo Pientedosi y el alcalde Roberto Gualtieri), Iglesias cristianas (han concelebrado los cardenales Kasper, Gugerotti, Harbey y Bassetti) y otras religiones.

Al finalizar la celebración todos participaron en la fiesta: ancianos con problemas, a los que Sant’Egidio ayuda especialmente, personas sin hogar, algunas de las cuales han dejado la calle gracias a la ayuda de la Comunidad, personas con discapacidad, muchas de las cuales siguen itinerarios artísticos y laborales, los “nuevos italianos” ya integrados en el país y los refugiados que han llegado con los corredores humanitarios. También un grupo de refugiados ucranianos, afectados por un conflicto que este mes está llegando dolorosamente a los tres años.

La fiesta de Roma ha sido solo la primera de muchas más que viviremos en los más de 70 países en los que está presente Sant’Egidio, desde Europa hasta África, desde Asia hasta América Latina.