El 2 de septiembre reabrieron las escuelas en la República Democrática del Congo y en la periferia oriental de Goma, en Kivu del Norte, también comenzó el año escolar en la escuela de la Comunidad de Sant'Egidio dedicada a Floribert Bwana Chui.
La escuela está situada en el barrio suburbano de Mugunga, donde el campo de refugiados sigue creciendo. Desgraciadamente, la continua situación de guerra en la región (con diferentes milicias ocupando varias ciudades y pueblos) todavía obliga a muchos congoleños a abandonar sus hogares para escapar de la violencia y las redadas. El mismo campo fue trágicamente bombardeado en mayo, matando al menos a 15 personas. Hoy en la República Democrática del Congo hay alrededor de 7 millones de refugiados internos, y el campo de Mugunga ha adquirido el tamaño de una ciudad: hasta la fecha, más de 75.000 personas registradas se alojan allí.
La escuela "Floribert Bwana Chui" representa un signo de estabilidad de vida y de esperanza en una existencia marcada por una gran precariedad. "Desafortunadamente, lo que se esperaba que fuera una situación temporal se ha convertido en una condición que persiste durante años y no sabemos por cuánto tiempo: los niños corren el riesgo de perder años preciosos, además de vivir en una situación de privaciones graves", dice el gerente Aline Minani. “Así que nuestra escuela es una respuesta importante: aquí de 6.30h a 17.30h se forman tres niveles escolares diferentes, con más de 1.200 niños que han comenzado la escuela. La escuela es energéticamente independiente gracias a la instalación de paneles solares y también tenemos un horno en el que hacemos pan y un huerto: de hecho, se proporciona un comedor para los niños del campamento. Ahora estamos tratando de entender cómo abrir otras "escuelas" de emergencia para responder a los otros 30.000 niños del campo que están privados de ellas”, añade Aline.
La escuela está situada en el barrio suburbano de Mugunga, donde el campo de refugiados sigue creciendo. Desgraciadamente, la continua situación de guerra en la región (con diferentes milicias ocupando varias ciudades y pueblos) todavía obliga a muchos congoleños a abandonar sus hogares para escapar de la violencia y las redadas. El mismo campo fue trágicamente bombardeado en mayo, matando al menos a 15 personas. Hoy en la República Democrática del Congo hay alrededor de 7 millones de refugiados internos, y el campo de Mugunga ha adquirido el tamaño de una ciudad: hasta la fecha, más de 75.000 personas registradas se alojan allí.
La escuela "Floribert Bwana Chui" representa un signo de estabilidad de vida y de esperanza en una existencia marcada por una gran precariedad. "Desafortunadamente, lo que se esperaba que fuera una situación temporal se ha convertido en una condición que persiste durante años y no sabemos por cuánto tiempo: los niños corren el riesgo de perder años preciosos, además de vivir en una situación de privaciones graves", dice el gerente Aline Minani. “Así que nuestra escuela es una respuesta importante: aquí de 6.30h a 17.30h se forman tres niveles escolares diferentes, con más de 1.200 niños que han comenzado la escuela. La escuela es energéticamente independiente gracias a la instalación de paneles solares y también tenemos un horno en el que hacemos pan y un huerto: de hecho, se proporciona un comedor para los niños del campamento. Ahora estamos tratando de entender cómo abrir otras "escuelas" de emergencia para responder a los otros 30.000 niños del campo que están privados de ellas”, añade Aline.
La escuela, visitada el año pasado por el presidente de la comunidad, Marco Impagliazzo, está dedicada a Floribert Bwana Chui, un joven miembro de la comunidad de Goma, asesinado en 2007 por oponerse a un intento de soborno para pasar un cargamento de arroz estropeado. La fama de martirio de Floribert ha dado lugar a una causa de beatificación que concluye su recorrido en la Congregación para las Causas de los Santos.
