LLAMAMIENTOS

Llamamiento de la Comunidad de Sant’Egidio de Costa de Marfil frente a la preocupante oleada de suicidios que atraviesa el país: “Sí a la vida: devolvamos el futuro a quien lo ha perdido”

En los últimos meses, Costa de Marfil, el país con el mayor crecimiento y estabilidad del África Occidental, está experimentando un dramático aumento de suicidios. En el continente africano, que tiene el mayor índice de suicidios de todo el mundo (11 personas por cada 100.000 habitantes, según datos de la OMS), Costa de Marfil se sitúa en el tercer lugar.

Es señal de una extendida desesperación que sufre toda la sociedad y que afecta a todas las edades, pero especialmente a los jóvenes. También se cuentan entre los suicidios a personas con cargos de responsabilidad pública e institucional. 

Esta “epidemia”, como la han definido, contiene una profunda aspiración de esperanza a la que la Comunidad de Sant’Egidio ha sentido la necesidad de responder. Por eso invita a todo el mundo a tener una nueva actitud de atención y de cuidado del otro: “Observamos con amargura el número creciente de personas, jóvenes incluidos, que expresan su malestar por la vida que llevan a cabo y que, en algunos casos, llegan a extremos como el suicidio –se lee en un comunicado difundido por la Comunidad–. Ello es fruto, entre otros, de la soledad, una enfermedad que afecta a muchas personas. Frente a un fenómeno en crecimiento en Costa de Marfil, que –según algunas estadísticas– tiene el tercer índice de suicidios más elevado de África, no podemos ser indiferentes. Tenemos que devolver el futuro a quien lo ha perdido”.

Sant’Egidio ha hecho un llamamiento a la sociedad marfileña –a los creyentes de todas las religiones, a las instituciones, a los medios de comunicación y a toda la población– para que preste más atención a las personas más frágiles y a quien necesita ayuda. Al mismo tiempo, la Comunidad propone una alternativa concreta: la atención y la dedicación solidaria a los demás, desde los niños de la calle, hasta los ancianos y a todos los menores necesitados de las grandes periferias, un trabajo que Sant’Egidio lleva a cabo desde hace años en el país. Es una invitación de la Comunidad a todo el mundo y especialmente a los jóvenes –muchos sienten la tentación de emigrar– para construir juntos su futuro.