En Costa de Marfil, la situación sanitaria, especialmente en el sector psiquiátrico, sigue siendo muy difícil. Los hospitales psiquiátricos suelen estar superpoblados y carecen de recursos, y los pacientes suelen estar marginados, sin apoyo familiar o social adecuado. En Bingerville, una zona periférica de Abiyán, el hospital psiquiátrico acoge a numerosos pacientes que padecen graves trastornos mentales y viven en condiciones muy difíciles. Muchos de ellos no reciben la atención adecuada y se ven obligados a depender de los pocos recursos disponibles.
En este contexto, la Comunidad de Sant'Egidio es una de las pocas organizaciones que ofrece apoyo espiritual y material a los enfermos. Durante años, la comunidad ha visitado periódicamente el hospital psiquiátrico, llevando algo de esperanza y consuelo a quienes viven aislados y solitarios.
El domingo 19 de enero, como cada mes, la Comunidad visitó a los pacientes para una oración en la que participaron 32 pacientes, mientras que otros no pudieron unirse debido a los tratamientos en curso.
Gracias a la Fundación Blessing también se donaron alimentos como pasta, aceite y sardinas para apoyar a los pacientes. Después de la oración, los miembros de la Comunidad repartieron 100 comidas calientes, un gesto sencillo pero fundamental para dar un poco de alivio a los enfermos.
Cada visita representa un momento de gran emoción, que renueva el vínculo entre la Comunidad y los pacientes, ofreciéndoles una presencia concreta de solidaridad.
En este contexto, la Comunidad de Sant'Egidio es una de las pocas organizaciones que ofrece apoyo espiritual y material a los enfermos. Durante años, la comunidad ha visitado periódicamente el hospital psiquiátrico, llevando algo de esperanza y consuelo a quienes viven aislados y solitarios.
El domingo 19 de enero, como cada mes, la Comunidad visitó a los pacientes para una oración en la que participaron 32 pacientes, mientras que otros no pudieron unirse debido a los tratamientos en curso.
Gracias a la Fundación Blessing también se donaron alimentos como pasta, aceite y sardinas para apoyar a los pacientes. Después de la oración, los miembros de la Comunidad repartieron 100 comidas calientes, un gesto sencillo pero fundamental para dar un poco de alivio a los enfermos.
Cada visita representa un momento de gran emoción, que renueva el vínculo entre la Comunidad y los pacientes, ofreciéndoles una presencia concreta de solidaridad.
