Una celebración familiar, o más bien un reencuentro de familias separadas durante años: es difícil describir la emoción de un padre que vuelve a abrazar a su mujer e hijos después de 6 años de separación forzosa, única forma de escapar de la muerte enmedio de la guerra. Emoción, alegría, esperanzas que se reavivan: todo esto ocurrió en el aeropuerto Fiumincino de Roma el miercoles 26 de abril cuando el vuelo regular de Ethiopian Airlines desde Addis Abeba puso a salvo a 67 refugiados, 20 de los cuales eran menores, provinientes del Cuerno de África.
Es el primer viaje que ha sido posible gracias a la firma del tercer Memorando de Entendimiento entre la Comunidad de Sant'Egidio, la Conferencia Episcopal Italiana, que actúa a través de Caritas Italiana, y el Gobierno italiano, para la apertura de corredores humanitarios desde Etiopía.
"¡Por fin habéis llegado a casa! - les dijo Marco Impagliazzo, presidente de Sant'Egidio - dándoles la bienvenida. "Hoy debemos agradecer a los ángeles, que son todo lo contrario a los traficantes de personas".
Los ángeles tienen el rostro de las personas de la Comunidad que en los últimos meses han compartido dolores, dificultades y esperanzas, superando obstáculos burocráticos y miedos y han permitido este corredor humanitario. Y tienen el rostro de los Jóvenes por la Paz que, en gran número, han venido a acoger a niños y familias. Para mostrarles el bello rostro de Italia, que no solo no tiene miedo, sino que está segura de que puede construir un futuro junto a ellos.
La mayoría de los refugiados que llegaron, de nacionalidad eritrea y sursudanesa, encontrarán hospitalidad en las casas de sus familiares ya integrados en Italia, en varias regiones italianas: Lazio, Campania, Emilia Romagna, Lombardía, Véneto. Luego, emprenderán un camino de integración: para adultos con el aprendizaje del idioma italiano y, una vez obtenida la condición de refugiado, con la entrada en el mundo laboral. Para los niños: desde mañana, ¡todos a la escuela!
VIDEO DE LA LLEGADA
RUEDA DE PRENSA