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Andrea Riccardi visita Ucrania, signo de unidad y de cercanía a comunidades que resisten a la guerra desde hace más de un año con solidaridad y con la oración

Las Comunidades de Ucrania se han reunido estos días en Leópolis para recibir la visita de Andrea Riccardi, más de un año después del inicio de la guerra. Han celebrado una asamblea con más de doscientas personas provenientes no solo de Leópolis e Ivano-Frankivsk, sinó también de Járkov, Donetsk, Lugansk, Jersón y Kiev. Se trata de lugares cuyos nombres se han hecho familiares a lo largo de este año como lugares de dolor y destrucción.

Ha sido una ocasión para compartir la experiencia vivida durante el primer año de guerra, en el que Sant'Egidio, con la ayuda de las comunidades de toda Europa, ha llevado a cabo un gran trabajo humanitario, como ha recordado Andrea Riccardi. Para muchos jóvenes y adultos desplazados, la acogida de Sant’Egidio ha sido una respuesta concreta a la desesperación. "Mi casa quedó en ruinas pero con la Comunidad he encontrado una nueva casa y una nueva familia". Así han descrito algunos su encuentro con Sant’Egidio, gracias al que muchos han decidido también ayudar a los más pobres. 
En un momento de desorientación, de dolor, de miedo al futuro, la propuesta de cuidar a los más débiles ha sido para muchos jóvenes y muy jóvenes una perspectiva sobre cómo gastar su vida.
Al finalizar el encuentro, las comunidades de Ucrania occidental han regalado, como recuerdo de la destrucción de una iglesia de la región de Kiev, un cáliz y un evangeliario que resultaron dañados por los combates.
En esta ocasión Andrea Riccardi también ha visitado un campo de refugiados de la periferia de Leópolis donde Sant'Egidio ha abierto una Escuela de la paz para los niños desplazados y está llevando a cabo un intenso trabajo de ayuda a las familias.