“Estamos esperando la fecha de la paz en este año”: la frase escrita en un calendario entregado al Papa por los niños de una escuela en Fastiv, una ciudad a 70 km de Kiev, conmovió a Bergoglio, quien en varias ocasiones hizo un llamamiento para que termine el conflicto en Ucrania y para detener todas las guerras.
El Papa recibió el regalo en la Casa de Santa Marta de la delegación que regresó de la misión humanitaria en Ucrania en las últimas semanas. Estuvieron presentes Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, el padre Enzo Fortunato, de los Frailes Menores Conventuales, Angelo Chiorazzo, fundador de la Cooperativa Auxilium, y Gabriele Gravina, presidente de la FIGC.
Durante el encuentro, la delegación mostró al Santo Padre videos y fotos de la misión y llevó el mensaje de afecto y sufrimiento de los niños y de la comunidad ucraniana sitiada. Durante la conversación, el Papa se detuvo en hablar de la brutalidad de la guerra y de la violencia que viven las poblaciones, subrayando que “no hay que acostumbrarse a la guerra, hay que seguir realizando misiones humanitarias para ayudar a los que sufren”.
