Navidad con los ucranianos en el corazón: un vídeo de Ivano-Frankivsk muestra el trabajo generoso e incesante de la Comunidad en Ucrania

Seiscientas toneladas de ayuda, por valor de más de 10 millones de euros.
Esto es lo que la Comunidad de Sant'Egidio ha enviado a Ucrania desde Italia y otros países europeos durante el período de guerra.
La ayuda llega a las personas desplazadas y a las instituciones sanitarias de las distintas regiones de Ucrania afectadas por la guerra.
En Kiev, Leópolis e Ivano-Frankivsk hay centros de ayuda donde las personas pueden recibir productos de primera necesidad y alimentos. En el punto de distribución de Ivano-Frankivsk siempre hay mucha gente. Desde el comienzo de la guerra, llegan cientos de personas obligadas a abandonar sus hogares y a trasladarse al oeste de Ucrania. Olena, una joven madre con su hijo, llegó a Ivano-Frankivsk procedente de Járkov hace unos meses. Para llegar a la región de Ivano-Frankivsk tuvo que viajar cuatro días.
Dice: «Fue terrible. Creo que no dormí durante un mes entero. Tuve tanto sueño en el que... Me despertaba con cada silbato del tren. Temía por mi hijo, temía por todos. No deseo que nadie vea lo que vimos nosotros. Doy las gracias a esta ciudad porque nos acoge, nos ha acogido. Estamos muy agradecidos a los voluntarios por su ayuda».

Vitali es un desplazado de la ciudad de Liman, en la región de Donetsk. Su ciudad está ocupada, las infraestructuras están destruidas. Por eso se ve obligado a pasar el invierno en Ivano-Frankivsk: «No hay ni luz ni gas. Dicen que mi casa está entera como una caja, solo que está saqueada, porque los 'orcos' entran por todas partes, y lo que no destrozan lo roban».

Vitali, Olena y muchas otras personas desplazadas acuden regularmente al centro de Sant'Egidio en busca de ayuda. Allí se reparten alimentos, ropa de abrigo, zapatos, ropa y alimentos para bebés. Los voluntarios hacen todo lo posible para dar a todos lo que necesitan para sobrevivir. Son un apoyo y dan esperanza en una situación mejor.

Olena, desplazada de Járkov, dice:
«Estoy de baja por maternidad y no tengo los medios para dar mucho a mi hijo, así que los voluntarios nos ayudan...». Olga

también proviene de la región de Donetsk. Por el momento su ciudad está ocupada, su casa ha sido destruida. Al principio, ella y su familia recibían ayuda alimentaria en el centro de Sant'Egidio, pero luego también decidió ayudar.

Olga Sidorova, desplazada de la región de Donetsk, afirma:
«Comprendí que yo también puedo ayudar a las personas. Ahora yo trabajo, los voluntarios ayudan. Aquí he encontrado a muchos amigos, personas como yo, en la misma situación que mi familia. Nos hemos unido y ahora ayudamos. Esto me ayuda a mantenerme firme, me ayuda a tener esperanza».

El centro de ayuda de Ivano-Frankivsk ha estado funcionando desde el comienzo de la guerra. Tanto la población local como las personas desplazadas prestan servicio voluntario aquí; cuatro veces a la semana distribuyen ayuda, hablan y ayudan a resolver los problemas de las personas desplazadas.

Vladimir Shubinec, voluntario, explica:
«Durante este período me he dado cuenta de que hay muchas personas que necesitan ayuda y, en este momento difícil, debemos movilizarnos para ayudar a las personas que trabajan aquí».

Ivan Jaruk, coordinador de la Comunidad de Sant'Egidio de Ivano-Frankivsk, dice:
«Trabajando en nuestro centro durante este período, hemos comprendido que nuestra ayuda es muy concreta y necesaria. A pesar de la situación que se vive en Ucrania, a pesar de que muchas personas han perdido sus hogares, ahora están aquí y se encuentran en situaciones distintas. Está claro que seguiremos ayudándolos, al menos trataremos de ayudar a todas estas personas incluso en el futuro.
Nuestros amigos de Italia y de otros países comprenden la situación y hacen un gran trabajo para ayudar, en el momento adecuado y con eficacia, a todos los que necesitan ayuda en Ucrania y especialmente aquí en Ivano-Frankivsk, adonde se han mudado muchas personas provenientes de zonas donde hay guerra».

Ludmila Jarchenko, coordinadora del centro de ayuda de Sant'Egidio, indica que
«La Comunidad de Sant'Egidio ayuda enormemente a Ucrania. Hemos calculado que, hasta la fecha, hemos recibido ayuda por valor de 8 millones y medio de euros solo en medicamentos y de 2 millones y medio de euros en productos alimenticios. Las Comunidades de Roma, de Europa, nos ayudan y prometen seguirlo haciendo en el futuro. Nosotros seguimos adelante».

Además de la ayuda distribuida en Ucrania a los desplazados de las zonas de guerra, a los hospitales y a otras instituciones médicas y sociales, la Comunidad ha evacuado a muchos pacientes en hemodiálisis de las regiones del este y del sur del país. Ha organizado el traslado de estos pacientes a Italia, Alemania, Polonia, Chequia, Hungría y Rumanía.
En Kiev, Leópolis e Ivano-Frankivsk, adonde llegan cientos de personas necesitadas, siguen funcionando los centros de ayuda a los refugiados.
Ludmila Jarchenko, coordinadora del centro de ayuda de Sant'Egidio, recuerda que
 «La gente viene a nosotros y nos dice: -Sois la última oportunidad de ayuda que nos queda en este lugar en la forma necesaria, es decir, una ayuda estable y continua. -
Estamos buscando ayuda para estas personas también para el futuro. Cuando haga frío, les podremos dar ropa de abrigo y esperamos tener también productos alimenticios para distribuir. Estas personas cuentan con nosotros, esperan esta ayuda. Vemos lo importante que es para ellos».

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