La República Checa acoge a más de 435.000 refugiados de Ucrania. A partir de marzo, la Comunidad de Praga ha acogido a varias familias, con las que ha entablado una intensa relación. También ha abierto una escuela de lengua para los adultos y una escuela de paz para los niños.
Hace unos días, la Comunidad invitó a las familias ucranianas a un encuentro de amistad y solidaridad. Fue el 17 de noviembre, la fiesta nacional de la República Checa, que conmemora el comienzo de la «Revolución de Terciopelo», una serie de manifestaciones populares no violentas que llevaron la democracia a la antigua Checoslovaquia.
El encuentro festivo tuvo lugar en el arzobispado de la ciudad y contó también con la presencia de monseñor Jan Graubner, arzobispo de Praga. La fiesta, que terminó con canciones checas y ucranianas, fue un momento de alegría y emoción para todos. Al final, cada persona recibió una rosa, signo de amor y esperanza.