Mientras el drama de la guerra en Ucrania sigue abierto, los corredores humanitarios continúan salvando a los refugiados sirios que se encuentran en el Líbano: esta mañana han llegado 85 personas y otras 20 llegarán 28 de marzo
Mientras que el drama de la guerra en Ucrania sigue abierto, los corredores humanitarios siguen salvando a las víctimas de otro conflicto que lleva más de 11 años abierto, el de Siria. Una vía de salvación que es aún más importante en este momento frente a la grave crisis internacional actual. Esta mañana han llegado al aeropuerto de Roma con un vuelo procedente de Beirut 85 refugiados sirios. Han vivido muchos años en campos de refugiados en el valle de la Bekaa y el norte del Líbano y en los últimos meses han sufrido un deterioro en sus condiciones de vida no solo por la pandemia, sino también por la gravísima crisis política, económica y social que atraviesa este país.
A este primer grupo se le sumarán otras 20 personas, cuya llegada está prevista para el 28 de marzo, para un total de 105 personas. Entre ellos, 38 son menores: algunos niños enfermos que ya no disponían de atención médica en el Líbano y niños que no han podido asistir a la escuela en los últimos años. Antes de salir, todos los refugiados recibieron la vacuna contra la covid-19 gracias al personal médico y las enfermeras de Defensa, que actúa en el país bajo la coordinación de la Fuerza de Comando Operativo de Cumbre Interfuerzas (COVI). Han llegado a Italia gracias a los corredores humanitarios impulsados por la Comunidad de Sant'Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia y la Mesa Valdense, de acuerdo con los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores, que desde febrero de 2016 ha llevado al país transalpino de manera segura a más de 2150 personas. En total, más de 4.400 solicitantes de asilo han llegado a Europa a través de los corredores humanitarios.
Los núcleos familiares que han llegado esta mañana también serán acogidos por asociaciones, parroquias, comunidades y personas en varias regiones italianas (Piamonte, Lombardía, Véneto, Emilia, Toscana, Lacio, Sicilia) y empezarán un proceso de integración: para los niños a través de la inscripción inmediata en la escuela y para los adultos, inmediatamente con el aprendizaje del idioma italiano y, una vez obtenido el estatuto de refugiado, la inserción en el mercado de trabajo. Los corredores humanitarios, totalmente autofinanciados (gracias a la recaudación de fondos de Sant'Egidio y al 8 por mil de la Mesa Valdense) e implementados gracias a una difusa red de acogida, son una buena práctica que combina solidaridad y seguridad para todos aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares para escapar del horror de las guerras.
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