Las actividades continúan en las carpas rojas de Sant'Egidio, adyacentes al campamento de Karetepe (o Moria 2) en la isla de Lesbos, donde habitan más de 4.200 refugiados, la mitad afganos.
Los cursos de inglés e italiano finalizaron hace unos días, con la entrega de certificados a 73 estudiantes, todos adultos. Los cursos se siguieron con entusiasmo y seriedad, 4 horas diarias durante 4 semanas. Los profesores, apoyados por los voluntarios, ofrecieron una enseñanza personalizada y muy eficaz. Ahora el certificado es motivo de orgullo.
Todos los días, en las carpas rojas, continúa la escuela de la paz para los niños y en la tarde la cena, a la que asisten una media de 550 personas. Hay muchos niños. Para ellos se ha creado una amplia y colorida zona de juegos, donde, después de la cena, los más pequeños se detienen a jugar, acompañados de los ayudantes y bajo la mirada divertida y pacífica de las madres. En el campo, entre las lonas y las calles polvorientas, no es fácil jugar, mientras que aquí, a pocos metros, todo es diferente. Las carpas rojas se han convertido en un lugar de encuentro, un espacio de serenidad, incluso en estos días difíciles, cuando el corazón de tantos afganos se apodera de la preocupación por su país.
El juego devuelve a los niños su infancia; sentarse alrededor de una mesa puesta para cenar con la familia alrededor de una buena comida, devuelve la dignidad a mujeres y hombres puestos a prueba por los largos años de un duro viaje que aún no ha terminado.