La Comunidad de Sant’Egidio saluda con gran satisfacción el pronunciamiento del Tribunal Constitucional de Malaui que el 28 de abril declaró inconstitucional la pena de muerte. Se trata de un hecho determinante en el proceso hacia su abolición en aquel país del África austral. En los últimos meses el Gobierno había recibido el "documento de recomendaciones", redactado con la aportación decisiva de Sant'Egidio a través del abogado Alexious Kamangila, en sinergia con los representantes de la asociación Reprieve y de la World Coalition Against the Death Penalty. Dicho documento tuvo también el apoyo de la African Commission on Human and Peoples' Rights, que resultó ser decisivo.
Esta acción de Sant’Egidio, en un país en el que está presente desde hace años con numerosas iniciativas a favor de la población, forma parte de un trabajo más amplio de la Comunidad para lograr la moratoria y la abolición de la pena capital que, desde 2005, impulsa junto a una tarea de humanización de las cárceles. Dicha actividad incluye una extensa sensibilización de la sociedad civil sobre el tema de la justicia rehabilitadora. Entre los primeros compañeros de camino de la campaña en Malaui cabe destacar a la activista Vera Chirwa, que en varias ocasiones participó en los congresos internacionales de ministros de Justicia impulsados por la Comunidad de Sant’Egidio sobre el tema de la abolición de la pena de muerte. A lo largo de estos años se han llevado a cabo numerosas acciones a favor de una reforma del sistema penitenciario y ha ido creciendo la conciencia en torno a estos temas a través de la celebración anual de Ciudades por la Vida – Ciudades contra la Pena de Muerte, movimiento al que se suman más de 2300 ciudades del mundo. En Malaui se espera ahora la ratificación por parte del Parlamento del pronunciamiento del Tribunal Constitucional.