Las visitas a Albania se han reanudado desde marzo. Después de meses de alejamiento forzoso, de nuevo ha sido posible reencontrar, en condiciones de seguridad y en cumplimiento de las reglas, amigos y amigas huéspedes de las "casas protegidas" de Kavaje y Elbasan; de las “Casas Rojas” de Tirana y también los enfermos del hospital psiquiátrico “Sadik Dinci”, el más grande de los Balcanes.
En Albania, tras una fase inicial en la que el virus no estaba muy extendido y se mantenía bajo control, a partir de noviembre de 2020 se produjo un aumento de los contagios muy preocupante, que complica la gestión de la pandemia.
En este largo invierno de aislamiento, los contactos se han mantenido a través de la web: reuniones online y videollamadas con los huéspedes de las casas (que afortunadamente gozan de buena salud) y cursos de formación online sobre la gestión de la Covid para el personal.
El reencuentro ha sido commovedor, pues la espera ha sido larga. "Nunca nos hemos sentido solos", fue el saludo con el que se recibió a las personas que llegaron en los últimos días desde Génova y Roma. "Sois de los amigos que te quieren, te ven, piensan en tí y te respetan".
Se han hecho múltiples encuentros: con jóvenes, ancianos, y también -gracias a un permiso especial- con pacientes hospitalizados en el hospital psiquiátrico de Elbasan, cerrado a visitas durante meses, donde ahora se ha podido visitar, en condiciones de seguridad, a amigos de largo tiempo.