Carmela tiene 109 años y vive en Nápoles, en el barrio de Sanità, en su casa, con la ayuda del programa Viva los Ancianos de la Comunidad de Sant’Egidio.
Hace unos días celebramos su cumpleaños con los amigos que siempre están con ella. Entonces se reafirmó en su convicción: los ancianos tienen que "estar confinados", pero viviendo en su casa.
Ayudemos a Carmela y a los ancianos como ella. Sigamos firmando y difundiendo el llamamiento SIN ANCIANOS NO HAY FUTURO