Las condiciones de vida de los prisioneros de las cárceles son duras, y más aún en África. Sobre todo en este tiempo de pandemia es importante garantizar a todos las mejores condiciones higiénicas, especialmente en lugares superpoblados.
En la cárcel de la ciudad de Tete (Mozambique), que alberga a unos 700 detenidos, la ayuda de Sant’Egidio ha permitido construir una nueva instalación hídrica que incluye, entre otros, 15 baños, 10 duchas y dos depósitos, y empezó a funcionar hace apenas unos días, coincidiendo con la difusión del coronavirus.
Para prevenir los contagios, además, se ha puesto en marcha una nueva enfermería, con tres salas, dos de ellas para enfermos infecciosos.
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