“Consentir el acceso a las instituciones penitenciarias de voluntarios y mediadores interculturales, que ayuden a los prisioneros a mantener vínculos significativos con las comunidades donde pertenecen y a vivir la libertad religiosa” y “favorecer la entrada de indumentaria y otros objetos de primera necesidad destinados a los reclusos indigentes”. Ése es el objetivo del protocolo de entendimiento firmado ayer por el director del Dap (Departamento de Administración Penitenciaria) Francesco Basentini, y el secretario general de la Comunidad de Sant’Egidio, Césare Zucconi.
“La realización de acciones sobre temas como la re-educación, el sostenimiento y la asistencia a los prisioneros, sea en el ámbito carcelario como en el periodo de reinserción, podrá continuar valiéndose de la aportación, ahora regulada y estructurada, de personas de la Comunidad de Sant’Egidio”, gracias al acuerdo que “marca el inicio de una relación de colaboración para identificar e implementar acciones conjuntas a favor de la población prisionera, promoviendo también la implementación de buenas prácticas”.
El acuerdo, con una duración de tres años, permitirá a muchos voluntarios de la Comunidad de Sant’Egidio de “tener encuentros personales y actividades para sostenerlos, hacer iniciativas culturales e interreligiosas, facilitar contactos con empresas para que intenten asumir personal de entre los prisioneros, así como con instituciones de capacitación para lanzar programas que ofrezcan a los detenidos calificaciones profesionales reconocidas”.
Además, la Comunidad de Sant’Egidio promoverá “momentos de reflexión y de crecimiento cultural acerca de temas como la convivencia, la paz y la integración, con los trabajadores de la Policía Penitenciaria y con el personal administrativo”.