En ocasión del encuentro internacional «La fuerza de los años. Sin sueños envejecemos de verdad', el 21 y el 22 de septiembre en Palazzo Vecchio, y por iniciativa de la Comunidad de Sant’Egidio, en colaboración con la archidiócesis y el Ayuntamiento de Florencia, el papa Francisco ha enviado un mensaje de saludo a los ponentes y a los participantes reunidos en el Salón del Cinquecento. El Santo Padre espera que de la reflexión sobre la edad más larga «emerja la idea de que a los ancianos les pertenece la especial vocación del recuerdo y de los sueños, que pueden ofrecer a las jóvenes generaciones», para que «aprendan a tener visiones que puedan custodiar y hacer realidad, contribuyendo así a construir un mundo mejor, en el que se supere la cultura dominante del descarte. Con estos sentimientos, Su Santidad garantiza su recuerdo y, mientras pide que oremos por él y por su ministerio universal, de corazón» envía su bendición.
Los ponentes del congreso son los ancianos, provenientes de varias zonas geográficas y de distintas culturas y tradiciones religiosas; ancianos que en sus países han ayudado significativamente a la sociedad civil, testimonios de la historia reciente europea, personas que de distintas maneras, en el lugar donde viven, trabajan para construir una sociedad que sabe estar junta.
Entre los invitados que dan voz a la fuerza de los años, están Dory Sontheimer (Barcelona), Enio Mancini (testigo del asesinato de Sant'Anna di Stazzema), el padre Gabriele Alessandrini, Salvatore Tassinari (presidente de la asociación Pantagruel que hace años que trabaja con presos), Besnik Sopoti (anciano italo-albanés que tuvo que huir de Italia a causa de las leyes raciales).
En el congreso, en el que hicieron un saludo el cardenal Giuseppe Betori y la concejal de políticas sociales Sara Funaro, los ancianos son los ponentes, moderadores e intérpretes de la vida de las ciudades, Florencia incluida, por supuesto. El sábado por la mañana, a las 12.30, el alcalde Dario Nardella saludará a los congresistas.
Entre los temas de las cuatro mesas redondas del congreso están: “La alegría: un desafío sin edad”; “¿Quién es realmente fuerte? La valentía de la debilidad”; “El siglo XX: tesoros y amarguras de un tiempo que vivimos”; “Envejecer no es una enfermedad, sino un arte”.
Mensaje del papa Francisco