"Otra vez en casa". Esto es lo que dijo uno de los participantes en las vacaciones nada más bajar del coche. Durante un largo fin de semana de tres días estuvimos juntos, en las afueras de Budapest cerca del Danubio en una casa de vacaciones con ancianos de dos residencias de Budapest y muchos amigos de la Comunidad. Estar juntos en un lugar hermoso y en medio de la naturaleza, comer deliciosos manjares y estar entre amigos significa estar en casa.
Además de la diversión y de los paseos hubo momentos de reflexión y oración en el espíritu del 50 aniversario.
Juntos empezamos a soñar una vida más humana y digna para los ancianos. ¿Una casa familia? ¿Covivienda? Sería una preciosa oportunidad en Hungría, nos dijeron los presentes en las vacaciones. El día día en la residencia es muy difícil, dijeron, porque no puedes elegir tu compañero de habitación, no puedes elegir a las personas que te cuidan, no puedes elegir lo que comes, ni cómo pasar tus días. Aquí, en las vacaciones con vosotros, nos sentimos en casa. La Comunidad es nuestra casa.