Han llegado del Líbano, donde vivían desde hacía años en condiciones precarias y sin perspectivas de futuro, algunos núcleos familiares sirios e iraquíes que huían de la guerra. Son 33 personas en total, que se suman a las 26 que llegaron la semana pasada desde Beirut con un vuelo de línea regular y no en pateras que ponen en peligro su vida.
Continúan, pues, los corredores humanitarios impulsados por la Comunidad de Sant’Egidio y por las Iglesias protestantes italianas, en colaboración con los ministerios de Interior y de Exteriores. Un proyecto que ya se ha convertido en un modelo en Europa, con otros países que ya han emprendido este camino que combina solidaridad y seguridad: Bélgica, Francia, donde la semana pasada llegaron 31 sirios más, y Andorra. Demuestran que es posible dar una respuesta concreta y humana a la inmigración.
Los 33 refugiados que han llegado a Fiumicino se asentarán en 8 regiones italianas, entre las que están Sicilia y Cerdeña, Lombardía y Lacio, según un modelo de acogida difusa: no grandes centros, sino pequeñas hospitalidades familiares en casas y pisos que han puesto a disposición parroquias, asociaciones y particulares, que seguirán a las familias en su itinerario de integración. Y con los 327 que han llegado de Etiopía en colaboración con la CEI y los más de 200 refugiados que han sido acogidos en Francia y Bélgica, ya son 1800 los que han llegado a Europa con los corredores humanitarios..
Comunicado de prensa
Hoy ha llegado un grupo de 33 sirios procedentes del Líbano
