Acoger, proteger, promover, integrar. Estas son las palabras clave de los Corredores humanitarios, que siguen abriéndose en Europa..

El jueves 7 de junio, un nuevo grupo de 34 refugiados sirios llegaron a salvo a Bruselas con un vuelo proveniente de Turquía. Diez familias (19 adultos, entre los que hay ancianos, y 15 niños/jóvenes) y el sueño de empezar una vida nueva en Bélgica.

Su llegada es fruto de un acuerdo entre el gobierno belga, Sant’Egidio y todas las autoridades religiosas del país para promover la acogida y la integración de 150 refugiados sirios. Los corredores humanitarios de Bélgica también son el resultado de una colaboración entre todas las iglesias cristianas (católicos, protestantes, evangélicos, ortodoxos y anglicanos), y con el apoyo de las comunidades judías y musulmanas.

Hasta hoy Bélgica ha acogido a 72 refugiados sirios. Entre ellos, hay una madre que ha dado a luz hace pocos días a un niño, que no ha nacido entre los escombros ni bajo las bombas, sino sano y protegido en nuestra Europa.

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