Un contundente llamamiento a las instituciones, a los ciudadanos y a los candidatos a alcaldías de esta campaña electoral: "Hay que cambiar la actitud ante los ancianos: del ingreso a la ayuda en casa". Lo ha dicho esta mañana Marco Impagliazzo durante una conferencia de prensa en Sant'Egidio, en la que se ha presentado la primera guía online sobre "Cómo quedarse en casa al llegar a anciano".
VÉASE www.ilcome.it .
El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio ha insistido sobre la importancia de "cambiar de mentalidad", porque si ayudamos a quienes tienen una avanzada edad a quedarse en casas "vivimos mejor y vivimos más con un gasto inferior para la colectividad". Roma, ha denunciado Impagliazzo, "es una ciudad de solos", de los que una gran parte son ancianos. Y "el aislamiento social mata más que el humo". Las cifras con significativas: "Las personas de más de 65 años en la capital ya son el 22 por ciento, unos 620 mil, más que los habitantes de Génova. Son una ciudad dentro de la ciudad que no podemos ignorar". Unos 250 mil de ellos viven solos, pero los datos sobre la asistencia a domicilio son desalentadores, como en el resto del país: a nivel italiano estamos en una cobertura del 2 por ciento mientras que en Suecia es del 21%.
Pero hay que ayudar a los ancianos porque son un recurso: solo hay que pensar que un millón de ellos hacen de "cuidadores" de otros ancianos en casa, 3 millones 200 mil se ocupan de manera intensa de los nietos y unos 7 millones ayudan económicamente, hasta el punto que –según los datos del Censis– en Italia una familia de cada tres tiene un balance económico positivo gracias a ellos. Pero para que puedan continuar ayudando tienen que quedarse en su casa.
En Roma se ha invertido la tendencia de la asistencia a domicilio: en los últimos 4 años casi 700 personas han perdido este servicio y se han cerrado 8 centros de día para ancianos frágiles. Por eso, ha explicado Impagliazzo, "hago un llamamiento a la ciudadanía, a las instituciones y también a los candidatos que tienen la ambición de gobernar las ciudades: que se comprometan a cambiar la cultura del país ante los ancianos. Hay que pasar del ingreso a la asistencia en casa". Entre otros motivos porque en los últimos meses han surgido centros "espontáneos" a los que van a vivir los ancianos, muchas veces, sin control: llegan a ser 3.031 camas que la Comunidad ha podido detectar.
El presidente de Sant'Egidio ha apuntado como modelo replicable, el programa "Viva los ancianos", que desde 2004 hasta hoy, en los barrios de Trastevere, Testaccio y Esquilino, mediante una densa red de seguimiento de las personas ancianas residentes (seguimiento a 12 mil personas), ha logrado reducir en un 10 por ciento el índice de hospitalización y en un 50 por ciento el ingreso en residencias.
Y todo ello con un gasto de tan solo 81 euros por anciano. Es un seguimiento que, en previsión de las oleadas de calor del verano, que tanto inciden en la salud de la población anciana, Sant'Egidio ampliará, con su red de voluntarios, a todos los barrios de roma en los que está presente y en las residencias.
De la introducción a la Guía:
Todos nosotros esperamos vivir mucho tiempo. Y eso ya no es solo un sueño, sino que es posible. ¿Cómo? Si pudiéramos elegir, todos preferiríamos pasar los años de nuestra vejez entre las personas que conocemos y en los lugares y en la casa que amamos. Pero muchas veces no es así. Ir a una residencia puede ser una necesidad, pero existen muchas posibilidades, casi siempre desconocidas, para poderse quedar en casa al llegar a anciano, incluso cuando tenemos alguna necesidad y no lo podemos hacer todo solosi.
Ese motivo llevó a la Comunidad de Sant'Egidio a crear la guía CÓMO quedarse en casa al llegar a anciano, cuya cuarta edición romana sale en formato digital: es un regalo que la Comunidad de Sant'Egidio hace a todos los ancianos romanos, a sus familias, a quien quiere humanizar la vida de la ciudad de roma empezando por los que tienen más años.
Es una brújula llena de noticias actualizadas para utilizar la ciudad desde casa, para encontrar las ayudas que parecen imposibles pero que están al alcance de la mano. Podemos recibir asistencia en casa, podemos recibir ayuda para desplazarnos por la ciudad, podemos crear una red de ayuda para quedarnos donde hemos vivido siempre aunque la salud ya no sea como la de antes. Estamos convencidos de que si Roma se hace cada vez más vivible para los ancianos, será más vivible para todos.