En agosto un grupo de Jóvenes por la Paz de Génova, Turín y Novara junto a los de Matola compartieron el servicio a los niños del centro nutricional y de la Escuela de la Paz.
Los días en el centro nutricional permitieron que todos descubrieran los verdaderos "tesoros" de Mozambique: sus jóvenes, entre los que están los Jóvenes por la Paz que viven con intensidad y pasión su amistad con los niños; estos, que son muchos y muy cariñosos; la Escuela de la Paz, como una red que se extiende entre continentes y crea lazos abundantes de cariño entre los niños y los jóvenes; y DREAM que representa la esperanza para muchos enfermos.
Daniel, un joven mozambiqueño, dijo: "La mayoría de las cosas que queremos tener, ya las tienen los jóvenes europeos, como la posibilidad de ir de vacaciones o internet. Muchas veces pensamos que los bienes materiales dan la felicidad. Pero habéis venido aquí para encontrar la felicidad junto a los pobres y así nos habéis demostrado dónde está realmente la felicidad". El racismo que crece en Europa preocupa a los jóvenes africanos, pero la presencia de los Jóvenes por la Paz europeos en África es la "prueba viva de un mundo sin racismo".
Recibir una visita que viene de lejos, acoger y ser acogido, ayudarse mutuamente, preparar juegos y fiestas para los niños del centro nutricional ayudó a todos a sentirse más fuertes y menos cansados, animó a soñar juntos y a desear construir una Comunidad con las puertas abiertas.