Un año más Sant'Egidio ha recordado en Barcelona la noche de los cristales rotos junto con las conmunidades judías y ha organizado una "concentración de la memoria" para que nadie, sobre todo las generaciones jóvenes, olvide la deportación que tuvo lugar durante la ocupación nazi.
Esta memoria ha hecho llegar a todo el mundo un mensaje de esperanza y de paz. Con este acto se quiere cultivar en todas las ciudades y en el mundo entero una fraternidad universal con personas de distintos orígenes, religiones y culturas. La trágica memoria del Holocausto puede ayudar a orientar hacia el futuro y a afrontarlo con responsabilidad.
En el acto que se celebró en la plaza de Sant Just el día 9 de noviembre intervinieron Samuel Garzón, rabino de la comunidad israelita de Barcelona y Meyer Simon Bar-Hen, rabino de la comunidad Bet David. También intervinieron Ramon Bassas, director general de Asuntos Religiosos, el escritor y periodista Vicenç Villatoro, el obispo auxiliar de Barcelona, David Abadias, y el responsable de la Comunidad de Sant'Egidio en Barcelona, Jaume Castro.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 es conocida como la noche de los cristales rotos (Kristallnacht). Aquel día un pogromo antisemita de la Alemania nazi contra los judíos llevó a la muerte a más de 90 personas. Se incendiaron y destruyeron cientos de sinagogas, se profanaron cementirios, se destruyeron miles de pequeños negocios y se detuvieron a más de treinta mil judíos en Alemania y Austria. Aquello dio paso a la primera gran deportación de judíos durante la II Guerra Mundial y luego al Holocausto.