Morir de Esperanza: con la oración dedicada a todos aquellos que han perdido la vida en los viajes hacia Europa, termina a finales de agosto en el campo de Pournara el Sant’Egidio summer que empezó a mediados de julio en los campos de refugiados de la isla de Chipre.
Ante todos los residentes del campo (unos 260) y un centenar más de solicitantes de asilo que residen en Nicosia y que han asistido con la Comunidad a los cursos de lengua y a otras actividades, hombres y mujeres de distintas religiones han mantenido vivo el recuerdo y han invocado protección y salvación para todos los migrantes.
Esta oración ayuda a comprender el significado de este verano solidario, que no quiere ser solo un conjunto de actividades, sino que pone de relieve el vínculo con aquellos que, huyendo de la guerra, del hambre y de la violencia, buscan en Europa un futuro y una estabilidad que muchas veces tarda en llegar.
Por eso 150 personas de las Comunidades de varios países europeos (Italia, Bélgica, Francia, Alemania, España y Suecia) han pasado allí sus vacaciones preparando la cena cada día para cientos de personas en la Tienda de la Amistad, enseñando inglés e italiano a quienes esperan encontrar en Europa la meta de su viaje, haciendo Escuela de la Paz a los niños, visitando –por primera vez– la cárcel donde algunos inmigrantes están encerrados muchas veces solo por irregularidades administrativas y haciendo fiesta con ellos, y con muchos otros momentos que han transmitido, junto a la ayuda material, el sentimiento de formar parte de un clima de fraternidad que no tiene fronteras.