Nampula, Xai-Xai y Matola fueron las "capitales" de una nueva iniciativa de ¡BRAVO! en Mozambique. En las tres provincias de las que estas ciudades son capitales (Nampula, Gaza y Maputo), el Programa de Registro del Estado Civil ha realizado en los últimos dos años una importante labor para proteger la vida de los niños "invisibles". En Gaza y Maputo el Programa inició el registro por primera vez con la colaboración de LVIA y la Fundación Acra.
En Nampula, donde ¡BRAVO! fue iniciado en 2010, ha ampliado su presencia a los 23 distritos que componen esta provincia, la segunda más grande del país, donde ahora también se han asentado decenas de miles de refugiados internos de la provincia de Cabo Delgado sacudida por la violencia terrorista.
¡BRAVO! ha abierto 48 nuevos puestos de registros hospitalarios en diversas maternidades para permitir la inscripción gratuita inmediatamente después del parto o bien en las primeras vacunaciones neonatales en lugares incluso a muchos kilómetros de los principales centros. También organizó 53 campañas tardías gratuitas y capacitó a nuevos activistas y agentes para hablar con las familias y garantizar el registro electrónico inmediato. Además, el asesoramiento estadístico y demográfico proporcionado por ISTAT al instituto nacional de Mozambique ha contribuido a generar datos que tendrán impactos positivos a largo plazo en el sistema.
En el evento celebrado el 4 de julio en Maputo, se presentaron detalladamente los resultados: 111.000 niños registrados, 192 capacitadores formados, 250 actores comunitarios implicados, 200.000 personas sensibilizadas. El secretario general del Ministerio de Justicia, en nombre del Gobierno, pidió a Sant'Egidio que siguiera ayudando al país al que hizo el inmenso regalo de la paz en 1992. Una paz firmada en Roma el 4 de octubre de ese año después de 27 meses de guerra, con unas negociaciones que tuvieron lugar en la sede de Sant'Egidio.
Los profesores Gianpiero Dalla Zuanna y Maria Castiglioni de la Universidad de Padua y los investigadores del Instituto Superior di Sant'Anna de Pisa, analizando los datos recogidos durante los 24 meses de la intervención, hablaron de un éxito no sólo en términos absolutos sino también en la capacidad de dar acceso al registro a aquellas familias y comunidades que normalmente están excluidas por ser muy periféricas. Si los métodos, habilidades y sensibilidad se expandieran a otras provincias del país, la tasa de registro nacional podría aumentar exponencialmente con sus efectos inclusivos y de equidad social.
La iniciativa fue financiada íntegramente por Italia a través de la oficina de Cooperación de Maputo.