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La Escuela de la Paz Bwana Chui: un refugio seguro para los niños que viven en medio de la violencia en el norte del Kivu

En la República Democrática del Congo, la guerra entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes del M23 ha provocado el enésimo éxodo masivo en la región del Kivu. Entre las ciudades afectadas está Kanyabayonga, donde la población se ha visto diezmada y la violencia ha obligado a huir a miles de personas. Se calcula que en la región hay más de 7 millones de personas desplazadas a causa del conflicto. Las condiciones humanitarias son dramáticas, con falta de comida, agua, medicamentos y lugares donde guarecerse.
 
En este contexto dramático, la Escuela de la Paz Floribert Bwana Chui es una ancla de salvación para los niños refugiados y vulnerables. Situado a unos cien kilómetros de Kanyabayonga, el centro ofrece una educación de calidad y un lugar a reparo de las atrocidades del conflicto. Además de los programas didácticos, la Escuela Bwana Chui se dedica a promover los valores de la paz, la tolerancia y la solidaridad a través de actividades extraescolares, talleres y cursos de formación. Los alumnos aprenden la no violencia, el respeto mutuo y el diálogo intercultural. La escuela se convierte en un entorno de crecimiento y de curación donde los niños pueden superar los traumas del pasado y construir un futuro mejor para ellos y para su país.
 
El trabajo de la Escuela Bwana Chui no se limita a la educación de los alumnos, sino que se extiende a la comunidad en su conjunto. El centro ofrece ayuda psicológica y asistencia sanitaria básica, incluido el asesoramiento y la ayuda a las familias más vulnerables. En un contexto de pocos recursos y acceso esporádico a los servicios sanitarios, la escuela es un punto de referencia fundamental para la población local.
 
A pesar de los problemas y los peligros, la Escuela Bwana Chui prosigue su misión gracias a la valentía de los profesores y a la ayuda constante de la Comunidad de Sant’Egidio.