“Empiezan hoy en Italia, gracias a una iniciativa de Sant’Egidio con los ministerios de Exteriores, del Interior y de Trabajo, los corredores laborales, un proyecto experimental que se suma al decreto de flujos de entrada para cubrir la demanda de muchos empresarios italianos que buscan mano de obra sobre todo en los países de fuera de la Unión Europea y para favorecer la conexión entre empresarios y trabajadores basándose en una formación que se lleva a cabo en los países de origen, una formación que es tanto laboral-profesional como de lengua italiana, que son dos grandes herramientas de integración.” Son palabras del presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, al salir de la sede del Ministerio del Interior tras la firma del protocolo
“Este protocolo, por ahora, porque está en fase experimental ―también ha dicho―, es para 300 personas que se distribuirán por tres regiones italianas: el Véneto, el Lacio y Calabria. Naturalmente, la importancia de este protocolo es que se trata de una vía legal que se suma a los corredores humanitarios y que nace de esta experiencia enormemente positiva de acogida e integración, y que quiere ayudar al país a desarrollar el mundo del trabajo, que en algunos sectores sufre una situación problemática. Así, une la demanda de muchos empresarios y la de muchas personas de países extraeuropeos que necesitan un futuro y un empleo y que ofrecen su disponibilidad.” “Las profesiones que más problemas tienen ―añade Impagliazzo― son las de enfermería, las del sector turístico y las del transporte.” Los países de proveniencia son el Líbano y “respetando las exigencias del plan Mattei para África”, Etiopía y Costa de Marfil. El protocolo tiene una duración de un año. (ANSA).