Al salir del jardín de infancia, F. corre, sonriente y feliz, a abrazar a su madre. Un escenario de "normalidad", que sin embargo no tiene nada de normal. De hecho, F. es uno de los niños palestinos evacuados de Gaza, junto con sus familias, y acogidos en Italia por la Comunidad de Sant'Egidio.
Huyeron de las bombas y del hambre, llevando consigo los signos de dolor y de las heridas -a veces muy graves- de la guerra.
El primer grupo de refugiados palestinos llegó a Italia hace aproximadamente un mes. Algunos de ellos se encontraban en condiciones muy graves: tienen heridas profundas, algunos sufrieron amputaciones y aún están hospitalizados. Otros están alojados en instalaciones de la Comunidad y para niños como F. estamos intentando reconstruir la normalidad asistiendo a la guardería o a la escuela de primaria.
A pesar de la guerra, muchos de ellos desean regresar a Palestina, pero esto es evidentemente imposible en este momento. A la espera de la paz, la Comunidad trabaja para permitir la reunificación de los familiares supervivientes.