El Consejo Católico de la Región de Múnich concedió la Medalla del Padre Rupert Mayer a la Comunidad de Sant'Egidio por su compromiso con la Iglesia y la ciudad.
La medalla conmemora al padre jesuita Rupert Mayer, quien durante los años de la Guerra Mundial se convirtió en una de las voces más importantes de la resistencia católica en Munich, gracias a sus sermones contra el nacionalsocialismo, así como a su incansable compromiso con los pobres, y fue beatificado por Juan Pablo II. Ante su tumba, en la iglesia de Bürgersaal, la comunidad se reúne dos veces al mes para rezar por la paz y por los enfermos.
La vicealcaldesa Verena Dietl subrayó que durante la pandemia el comedor de Sant'Egidio en Schwabing permaneció abierto y siguió brindando apoyo a los más necesitados. En la laudatio, el decano David Theil, que acoge a la Comunidad en su parroquia desde 2011, subrayó cómo, en este tiempo de contrastes, la palabra amistad es importante en el compromiso de Sant'Egidio.
Ursula Kalb, de Sant'Egidio, al recoger la medalla, agradeció la red de solidaridad que ha crecido en los últimos años, como lo demuestra la apertura de una oficina en el Centro Dominikus, en la periferia norte de Munich, donde hay una escuela de idiomas, una Escuela de la Paz y un espacio de encuentro para ancianos.