El barrio de Katwe, en Kampala (Uganda), es una de aquellas zonas en las que la pobreza no es solo un concepto abstracto sino una realidad que afecta a la vida de cada día de cientos de familias. Disponer de servicios médicos básicos es un problema importante, especialmente para los niños. Gracias a la aportación de voluntarios, de personal médico y de personas de buena voluntad, la Comunidad de Sant’Egidio de Katwe ha logrado proporcionar asistencia médica a 110 niños y 20 adultos, y han repartido fármacos que van desde complementos de vitamina A y C hasta la desparasitación, o las curas de heridas abiertas. Para muchos de estos niños, ha sido la primera vez en su vida que han recibido asistencia médica.
Esther, de la Escuela de la paz, de 11 años, expresó su agradecimiento diciendo: "Esta es la primera vez que me visita un médico". En un lugar donde la mayoría de las personas son analfabetas y tienen dificultades en obtener los documentos que hacen falta para acceder a los servicios sanitarios, la Comunidad, con esta iniciativa, ha puesto de manifiesto un cuadro preocupante: muchos niños sufren malnutrición. Esto pone de relieve la urgente necesidad de una actuación a más gran escala, que vaya más allá de la asistencia médica únicamente.
Durante la visita Esther nos dice: "Aquí en Sant'Egidio todo el mundo es bienvenido. No hace falta tener un carné de identidad y el tratamiento es gratuito". Y su entusiasmo y su agradecimiento son el sentimiento de una comunidad entera.