SOLIDARIDAD

Alimentos, Escuela, Oración. En el campo de refugiados de Pournara (Chipre), las "tres tiendas" de Sant'Egidio permiten el reposo del cuerpo y del alma

Alguien bromeando lo llama el "resort" del campo de Pournara, con el club infantil, el restaurante, la piscina (hinchable) y los cursos de inglés gratuitos, pero en la liturgia del domingo que se celebró el 6 de agosto con unos cien refugiados del campo, las tres tiendas donde la Comunidad acoge a los refugiados cada tarde hallaron su significado más profundo en el Evangelio de la Transfiguración:
• La tienda del Restaurante de la Amistad porque todos tienen derecho al pan, al alimento
• La tienda de la Escuela de la paz para los niños.
• La tienda de la escuela de inglés porque todos necesitamos aprender, para que la palabra ayude a todo el mundo a dialogar.
Por estas tres tiendas pasan cada día unas 500 personas. La escuela de inglés tiene unos 50 estudiantes: es la lengua de supervivencia, la lengua que les ayudará a encontrar un sitio en Europa.
La escuela de la paz y el espacio de juegos infantiles atraen mucho. Los niños van a la puerta a las 5 de la mañana, puntualísimos, con ropa de recambio, para apuntarse a la cola de baño en la piscina hinchable, con pelotas de colores, un auténtico "lujo".
La tienda del restaurante da una buena comida y postre final, y escucha las historias de todos los comensales. Hacia las 17.00h empieza a soplar un suave viento que alivia el calor y el cansancio de la vida en el campo y da ganas de quedarse un poco más, hasta que cierran las puertas del campo. Pournara, efectivamente, es un campo cerrado del que las familias no pueden salir sin identificarse.
En las tiendas de la Amistad todos recobran su dignidad: "yo no soy solo un refugiado sino ante todo una persona" que puede ayudar a otros a vivir mejor. Varios jóvenes de Camerún, del Congo, de Siria, de Pakistán y de Afganistán se han unido a los voluntarios de Sant'Egidio para servir las mesas, para acompañar a los niños. Algunos de ellos ya son de la familia, desde el año pasado ya son "voluntarios de Sant'Egidio" a todos los efectos. Todavía esperan el resultado de su solicitud de asilo, pero vienen de los pueblos de Chipre para ayudar en el campo. Cada día, al atardecer, cantan y bailan... ¡Es difícil irse!
En Larnaca, Nicosia y Pafos hay muchos centros de acogida para menores no acompañados. Más de 1000 menores están alojados en centros de Chipre, pero todavía hay muchos que esperan en campos de refugiados por falta de espacio.
Cada uno de los niños intenta solicitar una reagrupación con algún pariente que tiene en Europa, pero en la mayoría de las veces la rechazan por falta de documentos o porque los parientes no son suficientemente cercanos. Cuando reciben la noticia de la negación se desesperan.
Con estos jóvenes, los voluntarios de la Comunidad organizan excursiones a la playa, "olimpiadas", comidas y visitas.
El museo etnográfico de Nicosia ha sido un descubrimiento. ¿Qué es un museo? Lo han descubierto visitando las salas que repasan la historia de la isla y haciéndose fotografías con los maniquíes vestidos con ropa de época. Quieren comprender y saber. Unos treinta jóvenes de los centros de acogida de Nicosia acuden cada día a la escuela de inglés del Instituto San José de Nicosia y piden que les pongan deberes para hacer en casa.
Este año hay muchas jóvenes de Somalia que participan en las actividades con gran entusiasmo. Hablar, para ellas, que se fueron cuando todavía eran muy pequeñas, es lo que más necesitan. En sus perfiles de WhatsApp se ve la gran nostalgia que sienten de su casa y de su familia: "Mum I miss you".