Mientras continúa el éxodo de ucranianos que huyen de la guerra, las comunidades de Eslovaquia también continúan su trabajo de acogida en el principal cruce fronterizo, Vyšné Nemecké, entre Ucrania y Eslovaquia.
La comunidad ayuda a quienes llegan, no solo con las necesidades básicas (comida, ropa de abrigo), sino también proporcionando información sobre el derecho a la protección humanitaria en la Unión Europea y dando indicaciones a todos los que quieren continuar su viaje a otros países europeos, facilitando el contacto con familiares o conocidos. Algunos continúan su viaje hacia la República Checa, donde también encuentran la ayuda de la Comunidad.
El primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger, visitó la frontera; conoció a varios refugiados y pasó mucho tiempo con la gente de la Comunidad. Hablaron del trabajo de la Comunidad por la paz y de la acogida a través de los corredores humanitarios para quienes huyen de las guerras.
El primer ministro se reunió con las personas que ayudan a los refugiados, incluido Fadi, un joven iraquí que llegó como refugiado a Eslovaquia y que hoy, en la comunidad, acoge a quienes huyen de la guerra de Ucrania. Es un ejemplo que demuestra, como dijo Heger, que la Comunidad construye la paz desde un «corazón que mira en primer lugar a las necesidades de los demás».