El discurso que ha hecho hoy en el Senado el presidente del consejo de ministros italiano, Mario Draghi, sobre la necesidad de "incentivar canales de inmigración legales" es muy importante. Ha destacado especialmente que Europa "debería hacer más, siguiendo, por ejemplo, el modelo de los llamados corredores humanitarios".
Es un reconocimiento de una mejor práctica de la sociedad civil, totalmente autofinanciada, que funciona porque es capaz de combinar la necesidad de salvar a quien huye de guerras y condiciones de vida insostenibles, con la exigencia de poner en marcha itinerarios de integración.
Así lo demuestra el hecho de que en cinco años hayamos logrado llevar a Italia, Francia, Bélgica y el principado de Andorra a casi cuatro mil personas de los campos de refugiados del Líbano, de Etiopía y de la isla de Lesbos.
Esperamos que se concreten pronto nuevos corredores humanitarios para salvar a las personas que están en campos de detención de Libia y que son víctimas de la grave crisis humanitaria que se ha desatado en Afganistán. Nuestra Comunidad seguirá trabajando en esta dirección sabiendo que es necesario que se abran al mismo tiempo otros "canales de inmigración legales", como los que se esperan desde hace años por motivos laborales, que hoy son más necesarios que nunca para responder adecuadamente a la recuperación económica.