En el G20 Interfaith Forum que se celebra estos días en Bolonia (Italia), la Comunidad de Sant'Egidio, representada por Marco Impagliazzo, ha presentado la experiencia de los corredores humanitarios en la mesa redonda "A G20 Imperative: Support Refugees and Forced Migrants".
El presidente de Sant’Egidio ha recordado que los corredores humanitarios son un modelo de éxito e innovación que combina acogida e integración. Partiendo de esta idea, ha formulado la propuesta de que Europa generalice el uso de los corredores junto con la figura del patrocinio privado (para beneficiarios seleccionados e identificados provenientes de zonas en peligro), que podrían ejercer ONG acreditadas así como empresas, familias y ciudadanos europeos o extranjeros residentes de larga duración que dispusieran de los recursos necesarios para brindar el apoyo económico oportuno.
Impagliazzo también ha propuesto facilitar las reagrupaciones familiares y revisar el tratado de Dublín, que no ayuda a solucionar la actual crisis afgana. Efectivamente, a pesar del extraordinario movimiento de solidaridad con Afganistán, la evacuación humanitaria del verano no puede hacer olvidar los miles de personas que todavía están retenidas en el país o en los países limítrofes, o incluso en algunos países europeos como Grecia o Bosnia. "Hay que permitir que los afganos que están en los países limítrofes o en la frontera, puedan entrar en Italia siguiendo el modelo consolidado de los corredores humanitarios. ¿Qué esperan los países europeos para abrir vías legales?", preguntó Impagliazzo, al tiempo que destacaba que, si evitar las muertes es un imperativo moral ineludible, la dramática falta de trabajadores en Italia es un motivo más para que se abran vías legales de inmigración cuanto antes.