En estos últimos días, varias ciudades de Alemania y Bélgica se han visto afectadas por devastadoras inundaciones, que han causado más de 180 muertes, incluidas 27 en Bélgica. Números que siguen aumentando, mientras que cientos se encuentran desaparecidos.
La Comunidad de Sant'Egidio expresó su dolor y su cercanía en oración a los familiares de las víctimas y se unió a la cadena de solidaridad que surgió espontáneamente ante esta catástrofe humanitaria.
Los Jóvenes por la Paz de Lieja se trasladaron a Verviers, una de las zonas afectadas. Al entrar al centro de la ciudad, la escena que encontraron fue inquietante. Restos de coches, muebles, refrigeradores y sillones se amontonaban en las calles, había árboles arrancados que cubrían las aceras. El barro cubría las calles y había que zigzaguear entre los montones de basura, los coches derribados y los vehículos de emergencia.
Es en Saint-Remacle, un barrio desfavorecido cerca del centro de la ciudad, donde los Jóvenes por la Paz se han puesto a trabajar. El Carrefour Saint-Remacle, el centro social de la parroquia, se había inundado. A lo largo de la jornada, los jóvenes vaciaron las habitaciones y limpiaron la capa de barro que había dejado el agua, volviendo a hacer accesible el local, que ahora se utilizará para actividades solidarias con las personas afectadas por la inundación. Un gesto muy apreciado por el decano de Verviers y su comunidad, que sintieron el calor de la amistad y agradecieron a los jóvenes de Sant'Egidio. Con su gesto de solidaridad, permitirán que el centro reanude sus actividades de apoyo a la comunidad lo antes posible.