Es la primera vez que el campo de desplazados de Tse-Yandev, ubicado a lo largo de la carretera al norte de la ciudad de Markurdi, capital del estado nigeriano de Benue, recibe alimentos y asistencia. En su interior viven 10.000 personas, que han huido de sus hogares debido a los enfrentamientos contínuos. De hecho, en Nigeria existe un antiguo conflicto entre pastores de etnia fulani -de origen musulmán- y campesinos -con mayoría cristiana- por el control de recursos económicos como la tierra y el agua. Recientemente, la desertificación, que empuja a la gente a buscar tierras hacia el sur, y el uso sin escrúpulos de las armas, que se convierten en una herramienta de violencia y robo, han exacerbado el conflicto y agravado la situación.
Los ataques de los que a menudo son víctimas los agricultores, se multiplican y el conflicto se intensifica siguiendo la lógica de la venganza. Esto ha provocado la huida de miles de personas desplazadas que han encontrado refugio en el estado de Benue. Pero las condiciones en las que viven son dramáticas. La vivienda, los servicios sanitarios, la salud y la alimentación son verdaderas emergencias.
Por lo tanto, la entrega de una gran cantidad de ayuda alimentaria fue un momento importante. Sant'Egidio pudo distribuir este alimento gracias a una gran donación de la Embajada de Bélgica en Nigeria. En el momento de la entrega, el embajador belga Daniel Bertrand expresó su pesar por las gravísimas condiciones de vida de los vecinos del campo, y a la vez elogió la labor de la Comunidad de Sant'Egidio en Nigeria por la iniciativa y proximidad a estas situaciones de sufrimiento.
El responsable del campamento, Vev Gabriel, al recibir la generosa donación, expresó su alegría diciendo que "ha reavivado la esperanza entre los desesperados".